Desde BAC, junto con Sorelló y Engisic estamos realizando un estudio para determinar el caudal circulante óptimo y mejorar la diversidad biológica y de hábitats de diferentes tramos de ríos catalanes, proyecto dirigido por la Agència Catalana de l’Aigua
Los ríos son ecosistemas en los que gran variedad de seres vivos desarrollan sus ciclos vitales. En los ríos podemos encontrar peces, pero también larvas de insectos, moluscos como las almejas o caracoles de agua dulce, pájaros, mamíferos como las nutrias o anfibios como las ranas y los tritones. También diferentes tipos de plantas y algas adaptadas a vivir en este ambiente.
Los distintos organismos que habitan los ríos tienen necesidades particulares de sustrato (fondos arenosos, fondos pedregosos…) y de caudal, es decir de cantidad de agua y su velocidad, para poder desarrollar sus ciclos de vida. La combinación de tipos de sustratos y cantidad y velocidad de agua es lo que llamamos hábitats y estos hábitats condicionan qué especies nos podremos encontrar en un tramo de río. Por ejemplo, las truchas necesitan corrientes rápidas, frías y sustratos pedregosos para poder capturar a sus presas y poder poner sus huevos. Por el contrario, las carpas prefieren aguas más tranquilas y fondos fangosos. Algunos insectos, como los tricópteros, necesitan corrientes de agua rápidas para poder recolectar el alimento arrastrado por la corriente, mientras que los caracoles de agua dulce prefieren aguas más calmadas. Entonces, cuanto más diversos sean los hábitats en un río, más diversidad de plantas y animales tendremos, es decir, de más biodiversidad dispondremos.
Por desgracia hay diferentes factores que afectan al caudal de los ríos, y por tanto a la diversidad de hábitats. El cambio climático, está alterando la periodicidad de las lluvias a la vez que altera su intensidad y esto afecta a la cantidad de agua que portan los ríos. Por otro lado algunas actividades humanas como la creación de azudes para riego o represas para diferentes usos, al retirar agua del río o embalsarla, también alteran el régimen natural de agua que deben llevar los ríos. Estas estructuras disminuyen la cantidad de agua que circula por el río o su velocidad y esto afecta a la diversidad de hábitats que esperaríamos encontrar en un tramo de río, a la vez que empobrece la diversidad de especies.


Para asegurar un máximo de biodiversidad las Confederaciones Hidrográficas y agencias ambientales establecen los caudales ambientales. Como hemos dicho, la combinación de tipos de sustratos y cantidad y velocidad de agua condicionan los hábitats y qué especies nos podremos encontrar en un tramo de río. Los caudales ambientales pretenden asegurar que por el río circule una cantidad suficiente de agua para asegurar diversidad de hábitats y así permitir que la mayor cantidad posible de especies puedan desarrollar sus ciclos vitales, al mismo tiempo que se garantizan los usos humanos del agua.
En el estudio “Asistencia técnica previa a la redacción del plan de gestión y el programa de medidas del tercer ciclo de planificación hidrológica: Seguimiento de la implantación de caudales ambientales y revisión de caudales para próximos ciclos de planificación” encargado por la Agència Catalana de l’Aigua y dirigido por BAC junto a las empresas Sorelló y Engisic tenemos por objetivos:
- la actualización de los estudios técnicos para la determinación del régimen de caudales ambientales en las cuencas internas de Cataluña
- el seguimiento de los efectos de la implantación de caudales ambientales en la cantidad de organismos acuáticos y la diversidad de especies.
Para ello, un equipo de biólogos e ingenieros desarrollan trabajo de campo para determinar el caudal circulante, la diversidad de hábitats y la diversidad biológica en diferentes tramos de ríos catalanes y realizan estudios estadísticos para determinar cómo los caudales ambientales incrementan la diversidad de hábitats y favorecen la diversidad de especies y la abundancia de organismos.
